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sábado, mayo 06, 2006

El encanto de Madame Bouvier


Es notorio que Marge Simpson no es el personaje más popular de la serie de dibujos animados que tiene por título su apellido (o el de su esposo, claro). Incluso hemos de confesar que cuando la respetable señora del pelo azul es la protagonista del episodio de turno, muchos lamentamos la menor participación del resto de su familia. Sin embargo, el vestido verde de Marge tiene mucha tela que cortar. La matriarca de los Simpson, sin contar con la profundidad de Lisa, el candor de Maggie o la popularidad de Homer, ha logrado presentar, con el paso del tiempo, una mayor riqueza de matices que otros personajes de la serie (como Bart, sin ir más lejos). Acerquémonos, con su permiso, a la mujer que ha robado el corazón de Homer Simpson y tantos otros.

Marge Bouvier creció en el seno de una familia poco unida. Su padre, azafato de profesión, murió joven y su madre, Jacqueline, no se prodiga en palabras de aliento (ni de las otras) hacia su hija. Las hermanas, Patty y Selma, mantienen un vínculo turbio y cerrado del que Marge está totalmente excluida; así, durante su infancia y juventud, la pequeña de la familia tuvo que soportar las bromas pesadas y los traumáticos consejos de las terribles gemelas.

A pesar de estas circunstancias, Marge parece crecer feliz, alegre, haciendo gala de una notable sensatez y de una encantadora prudencia. Alumna ejemplar, en sus años de instituto tiene sus escarceos con unos ideales revolucionarios que se tornarán paradójicos con el paso del tiempo. Mientras mantiene su buen expediente, da clases particulares y dedica sus ratos libres a la pintura, actividad para la que demuestra poseer notables dotes. Su música favorita, la de Los Beatles; Ringo Starr, su ídolo. Buen currículum el de esta joven risueña.

Cortejada por el cerebro Artie Ziff, Marge elige como compañero de su vida a Homer Simpson, un patán grosero y egoísta que, aunque probablemente no la merezca, la quiere con locura. Con esta opción, nuestra protagonista deja escapar un futuro de lujo y opulencia (el “manoslargas” de Artie se hará millonario con los años) y se convierte en una Simpson, con todo lo que esto implica. Así, la revolucionaria ideológica, la intelectual en potencia y la semilla de artista, se truncan y Marge pasa a convertirse en una de tantas amas de casa, embrutecida a la fuerza por la premura de la labor cotidiana.

Acostumbrada a los descalabros de Homer, a las gamberradas de Bart y a las recriminaciones de Lisa, la potencialidad de Marge Simpson se echa a perder entre cazuelas y fregonas. Por ello, nuestra Marjorie necesita escaparse ocasionalmente de “lo que es” a “lo que pudo ser”. Así, la vemos convertida en agente de la ley y el orden, en actriz de “Un tranvía llamado deseo”, en pequeña empresaria, etc. Estas huidas ocasionales (llámenlas “Rancho Relaxo” o “Ruth Powers”) permiten a Marge reencontrarse consigo misma, fuera de ese rol que convierte el ser madre y esposa en la esencia de su vida.

En uno de tantos excelentes blogs que hay por la red, leí que Marge sería la esposa ideal para cualquier hombre, por ser amable, cariñosa y tener siempre una Duff lista para cuando llegues a casa. Aunque la afirmación no es errónea, sí resulta matizable, sobre todo para no caer en el recurrente “machismo”. Además de amable y cariñosa, Marge es inteligente, preparada, discreta y sensual. Este personaje femenino, a pesar de sus grilletes domésticos, derrocha elegancia en sus movimientos, en sus actuaciones, en su silenciosa presencia: la Marge “maruja” no ha podido acabar con esa bella joven de pelo suelto que escondía tantos talentos.

Sin embargo, ninguna de estas virtudes es la que más me atrae de la esposa de Homer. Si hay algo que admiro de Marge es su capacidad de amar. Tal vez sea el personaje de los Simpson que más ama. Es, como las madres de tantas personas, ese núcleo a ratos invisible que mantiene unida a la familia. Es ella la que insiste en visitar al abuelo al asilo, la que intenta unir a Homer y a Lisa ante sus fluctuantes distanciamientos, la que intenta que el “bichito raro” de su hija mayor se integre en una sociedad que no la comprende, la que perdona las travesuras de Bart (incluso las imperdonables), la que sufre al ver que su marido y sus hermanas no se llevan bien, y la que defiende a Homer a capa y espada, a pesar de sus defectos. Es esta capacidad de ver lo bueno que hay en cada uno de los suyos la que convierte a Marge en la esposa y madre ideal.

Aunque el que suscribe anduvo enamorado platónicamente de Lisa Simpson, he de decir que hoy por hoy aprecio más las palabras de ánimo y la sonrisa de Marge que el intelectualismo que tanto me sedujo siempre de la pequeña Lisa. Será que me estoy volviendo viejo y amarillo.

Al igual que Homer J. Simpson, yo tampoco he podido resistirme al fragante encanto de Madame Bouvier.

19 Comments:

Blogger Yordi (Y.) said...

Enhorabuena por tu artículo, hay mucho fuego detrás de la serena apariencia de la señora Simpson...
Tenía pensado un artículo sobre Krusty para mis "payasos" pero ahora lo dejaré que se enfríe un poco, porque la gente va a pensar que te plagio descaradamente (es exactamente lo que hago) ;O)

3:22 a. m.  
Blogger Fercho said...

Sólo quiero añadir que, aunque no nos demos cuenta, esta serie de animación se ha convertido en una especie de mitología de principios del siglo XXI. Muchas veces repetimos inconscientemente "Esto es como en aquel capítulo de Los Simpsons donde..."

Espero que los personajes de Groening se conviertan en una subserie en tu blog, ya que hay muchos secundarios con gran carisma más allá de los portagonistas.

5:52 a. m.  
Blogger Chespiro said...

Gracias por los comentarios, amigos. Choko, anímate y no te hagas de rogar con ese artículo sobre Krusty, que aquí tienes público lector.
Estoy de acuerdo contigo, Fercho, los Simpson son un mito reciente al que estamos acostumbrados, y por eso pasan desapercibidos incluso para muchos intelectuales.
La verdad, hay más inteligencia en un guion de Los Simpson de las primeras temporadas que en muchas de las grandes películas de la historia del cine.
La idea era que estos personajes aparecieran con frecuencia en mi blog, pero hasta ahora no me ha dado por arrancarme, y he querido hacerlo con uno de los protagonistas más marginados por el gusto popular.

11:24 a. m.  
Blogger Fercho said...

Por poner un defecto diré que esta serie es bastante misógina, ya que el número de mujeres que aparece en comparación con el de hombres es ridículo. Y además se cargan a la esposa de Ned Flanders. Súmese a esto que cuando el capítulo gira entorno a Marge o Lisa se suele usar una subtrama como queriendo rellenar un hueco. ¿Ustedes qué opinan?

3:01 p. m.  
Blogger Chespiro said...

Bueno, nunca lo había mirado así.
La verdad, no creo que Los Simpson sea una serie misógina.
De hecho, tanto Marge como Lisa salen mejor paradas en sus caracterizaciones que los hombres de la familia.
Y tampoco estoy muy de acuerdo con lo de la subtrama... En mi opinión Lisa ha sido portadora de algunos de los mejores argumentos de la serie.
Bueno, el debate está abierto.

12:14 a. m.  
Blogger Fercho said...

Más allá de Marge y Lisa apenas hay cuatro o cinco personajes femeninos de cierta importancia. Quizá los personajes masculinos que aparecen, muchos de ellos estereotipos de ciertos grupos de la sociedad americana, tienen más vis cómica, ya que se trata sobre todo de hacer reir al espectador.
Aunque mirado desde tu punto, el hecho de que Marge y Lisa salgan mejor paradas (eso es cuestionable), hace que mi teoría de la misoginia se vaya a hacer gárgaras. Un punto a tu favor.
Pero la verdad es que, cuando Marge o Lisa son protagonistas del capítulo, hay más carga dramática que comedia y, aunque suene vulgar, a mí se me hace un poco más soso. Será que cuando veo comedia quiero reir.

11:50 a. m.  
Blogger Chespiro said...

Ciertamente, los capítulos son más sosillos cuando las protagonistas son ellas dos. Sin embargo, a mí me encanta el componente "serio" que aporta Lisa.
Mirado desde otro punto de vista, el concederle a los personajes femeninos la mayor parte de las virtudes (frente a los hombres de la familia Simpson), puede entenderse como una especie de "condescendencia", que más que misógina, parece "machismo que no quiere meterse en líos".
De todas formas, es cierto que el número de personajes femeninos es pequeño, por comparación.
Sólo hay que pensar en los infantes de Springfield. Además de Lisa, sólo Sherry y Terry tienen algo de relevancia (muy poca, por cierto).

12:13 a. m.  
Blogger Chespiro said...

En algo estamos de acuerdo, Gariel. Los capítulos con Marge como protagonista son bastante más flojos.
Sin embargo, cada día me gusta más este personaje. Creo que ha logrado tener más profundidad psicológica que la que empezó siendo la estrella de la serie: Bart.
Aunque para mí, la palma se la llevan Homer y Lisa. Pero bueno, ésos se merecen otra entrada.

1:47 p. m.  
Blogger Yordi (Y.) said...

Una pregunta ¿Os parece como a mí, que los últimos episodios de la serie están bajando en calidad-diversión?
Creo que el problema está en que los Simpsons se han convertido en una institución como antes lo eran las series al estilo "Bill Cosby" a la que criticaban, parece que para seguir siendo críticos y mordaces (y gustar al público) tienen que ponerse descerebrados...
Además están las demás series tipo South Park o Padre de familía que han dado trescientas vueltas de tuerca a la formula, haciendo que los guionistas piensen que hay que meter más gags en vez de cuidar a los personajes (yo últimamente los veo más desdibujados en cuanto personalidad)
Evidentemente me sigue pareciendo una serie graciosa, con muchos puntos buenos, a lo mejor es simplemente que comparo y veo puntos flojos o me dejo llevar por la nostalgía...
¿Vosotros qué pensais?

3:50 a. m.  
Blogger Chespiro said...

Los Simpson, para mí, tuvieron ocho buenas temporadas. La 9 y la 10 fueron un lento declive que llegó a su fondo en las 11 y 12.
A partir de la 13 hay un lento despegue, despojándose otra vez de elementos inverosímiles que convertían a la serie en una cadena de despropósitos (después de haber sido la mejor crítica a la sociedad occidental del siglo XX).
Siempre nos quedarán los esmerados guiones de las primeras temporadas, que dieron a Los Simpson la fama que hoy tienen.

10:50 a. m.  
Blogger Fercho said...

Según creo tienen previstas dos o tres temporadas más y luego la película.
En las últimas temporadas los guionistas parecen conscientes de que manejan una serie de animación pudiendo dar lugar a situaciones bastante inverosímiles que no podrían realizarse de igual forma en una serie de imagen real. Así, se ha producido una escalada hacia el absurdo más completo desvirtualizando bastante lo que la serie era en origen. No obstante, en la ultima temporada que han emitido aquí he observado que se ha producido un cambio, ya que el absurdo se está viendo sustituido por capítulos de flojo argumento("sosos")que, en muchos casos, tienen como protagonistas a Marge o Lisa.

11:13 a. m.  
Blogger Chespiro said...

Exactamente, aunque yo prefiero esta "sosería" última al absurdo que habían alcanzado los guiones últimamente.
De hecho, si ahora vemos los grandes capítulos de las dos primeras temporadas (magníficas), no son pocos los espectadores que (buscando únicamente el disparate), los califican de "aburridos", cuando en realidad son de los mejores.

11:56 p. m.  
Blogger Yordi (Y.) said...

Creo que el problema no ha sido tanto el absurdo como dejar de apoyarse en los personajes para crear comedia...
Los primerísimos capítulos ya no me hacen tanta gracia, o bien porque los han repetido 54333 veces o porque me parecen muy primitivos (o una mezcla de las dos)
Capítulos como la parodia de "Expediente X" o cuando Homer es capitán de un submarino son muy absurdos, pero los personajes siguen estando bien dibujados (dramaturgicamente, claro) y se comportan como todos esperamos de ellos dentro de ese absurdo.
En cambio en las ultimas temporadas Homer, por ejemplo, ha pasado de ser un tonto tierno y bonachón a ser practicamente un ultrasur, que va siempre a su bola y que, a veces, es hasta violento (cosa que Homer no creo que sea)
¿O el problema es que queremos ya demasiado a estos personajes?
No sé...

2:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Matt Groening hizo una serie para gusto de todos ya que cada uno de los personajes tiene una personalidad distinta sacadas de personas de carne y hueso. Quizas de ahi el exito. ¿Quien no ha visto en la vida real a una Marge a un Bart o a un Apu?

3:31 a. m.  
Blogger Chespiro said...

Exactamente, los arquetipos de Springfield están muy bien trazados y son fácilmente reconocibles. De hecho, no se limitan a ser meros arquetipos, como he dicho, sino que la mayoría de ellos tienen una gran profundidad psicológica.
El problema es, como apunta Choko, cuando los personajes se convierten en algo así como parodias de sí mismos.
Por ejemplo, la Marge que describo en esta entrada no tiene nada que ver con la que quemó sus cortinas para probar un extintor.

5:43 a. m.  
Blogger Luis Bond ∴ said...

Creo ke me estoy poniendo viejo tambien, ya ke al principio me gustaba Lisa y ahora Marge se me hace la novia perfecta =p. Por cierto, el episodio donde se hace los senos es uno de los mas graciosos de la historia xDD, saludos!!

11:56 a. m.  
Blogger Chespiro said...

A mí ese episodio no me gusta especialmente, amigo Luisbond.
Cuando leí que Marge se iba a poner un implante de silicona, pensé que se trataba de uno más de los desvaríos de unos guionistas desesperados.
Al menos, en descargo de la encantadora Marge, a la que no le pega nada esa actitud, el implante fue un error médico.
La pregunta es, Luisbond, al pasar de Lisa a Marge ¿hemos mejorado en nuestros gustos?

1:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Very pretty design! Keep up the good work. Thanks.
»

12:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

I find some information here.

3:50 p. m.  

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